top of page
Entradas recientes

El Rinconín: A por olas






Dejé la moto aparcada frente al hotel “Begoña Park” y crucé el parque mientras preparaba el equipo; Justo antes de bajar a la playa apreté el botón del“Rec”:


Voy oyendo las voces de las personas con las que me cruzo, y oigo el sonido de mis botas de montaña mientras bajo las escaleras. Estamos a principios de Mayo, y aunque hace un buen día, aún está fresco a orillas del Cantábrico. Hay unos niños jugando en el parque, a lo lejos, y un perro ladra mientras noto que me cae el moquillo.


Llego a la arena. Busco un lugar para grabar olas, que esté un poco recogido, a cubierto del viento y del ruido uniforme del oleaje lejano en la costa abierta. Lo mejor es que cruce la playa en dirección a las rocas del final. Dejo el mar a mi izquierda y avanzo por la arena. Noto, a pesar de sostenerlo con toda la suavidad de que soy capaz, un ruido de mi mano en el grabador. Un perro ladra y pronto me olvido. El sonido de mis pasos en la arena me hipnotiza: Cómo van pasando de arena fina a gruesa, de gruesa a piedras


Una mujer intenta convencer a su perro de algo. No me fijo demasiado, un ave canta muy claro, a mi derecha. Un motor llega desde el mar, algún barco. La cremallera de mi chaqueta tintinea todo el camino. Cuando me doy cuenta la sujeto, pero enseguida dejo que forme parte. El pájaro insiste, mientras piso arena, piedras, y roca.


Poco a poco voy llegando, los paseantes y sus mascotas quedaron atrás, mientras sorteo las rocas. Veo el irregular relieve en el eco de mis pasos; con el canto de un pájaro, la pared del acantilado. El mar está mas cerca. Me detengo un momento, las olas ya perceptibles. Pero quiero más.


Los espacios sonoros se abren y cierran, a medida que el terreno se hace más abrupto. La brisa me enfría la punta de la nariz, que amenaza con estropearme la toma. Pero decido hacerle caso omiso; ésto es lo que está sucediendo.


Estoy cerca.








Archivo

Categorías

¿Quieres que te avise cuando publique?

bottom of page